Las membranas exteriores de la bacteria gramnegativa contienen moléculas liposacáridas llamadas endotoxinas. La exposición humana a las endotoxinas desencadena una intensa reacción inflamatoria que puede ser mortal. Para evitarlo, la FDA requiere que todos los fármacos y dispositivos médicos se ensayen para determinar los niveles de endotoxinas. Los extractos de los dispositivos médicos deben contener menos de 0,5 EU/ml si están en contacto con el sistema cardiovascular o linfático, o 0,06 EU/ml si entran en contacto con el líquido cefalorraquídeo.
Existen varios métodos para ensayar los niveles de endotoxinas. A principios del siglo XX, los primeros ensayos de endotoxinas se realizaban mediante conejos, conocido como el ensayo de pirógeno en conejos. A los conejos se les inyectaba de forma intravenosa la solución del ensayo y el aumento en su temperatura corporal se usaba para detectar niveles de endotoxinas potencialmente peligrosos. Sin embargo, esto suponía numerosos desafíos prácticos, ya que era caro y consumía mucho tiempo. El ensayo también presentaba una cuestión moral con respecto al trato de los animales.
El ensayo de pirógeno en conejos se reemplazó más tarde con el ensayo de lisado de Amebocito Límulus (LAL), que sigue siendo la opción más popular hoy en día. La sangre de los cangrejos de herradura contiene una enzima que promueve la coagulación al exponerse a las endotoxinas. Esto proporciona un método fiable para detectar y cuantificar niveles de endotoxinas.
Existen varias variaciones del ensayo LAL para diferentes aplicaciones. La forma más sencilla es el ensayo de gel-clot de LAL, que supervisa un trozo de gel LAL en busca de coagulación tras la exposición a una muestra de ensayo. Otras técnicas avanzadas dependen de métodos turbidimétricos o cromogénicos para la cuantificación. Además, después de que se demostrara que un hongo polisacárido conocido como (1→3)-β-D-glucano provocaba la coagulación en el ensayo LAL, los kits de FUJIFILM Wako ahora incluyen altos niveles de este compuesto, inhibiendo así su interferencia con el método de detección.
En ensayo LAL ofrece numerosas ventajas en comparación con el ensayo de pirógeno en conejos. En ensayo permite una cuantificación directa de los niveles de endotoxinas sin la variabilidad individual a la vez que minimiza fuentes potenciales de error. Además, el ensayo es rápido y barato, y está disponible comercialmente en varios kits de FUJIFILM Wako. Finalmente, a diferencia del ensayo de pirógeno, que supone un riesgo considerable a los animales de laboratorio, la extracción de sangre de los cangrejos herradura es segura para los animales y se los libera de vuelta a la naturaleza tras el procedimiento.
Desde el desarrollo inicial del ensayo LAL, se han introducido otros métodos para la detección de endotoxinas. Biosensores basados en proteínas, como el CD14, se han usado para desarrollar ensayos de endotoxinas sensibles. Sin embargo, estos métodos se han criticado por su gran margen de error y el potencial de tener falsos positivos, dado que el CD14 no se combina únicamente con las endotoxinas.
Se han propuesto otros tipos de biosensores de endotoxinas, como los péptidos, anticuerpos, adaptámeros, células y nanopartículas. Sin embargo, estos ensayos padecen de un cohorte similar de problemas, como la carencia de una especificidad en la combinación, mala sensibilidad, alto coste y un proceso de producción que consume tiempo y esfuerzo. Por esta razón, el ensayo LAL sigue siendo el método más fiable y rentable para la detección de endotoxinas.
Solución extractora de endotoxina | PYROSTAR™ ES-F Prueba vial única | PYROSTAR™ ES-F/Plate con CSE |