La pirogenicidad puede observarse en una amplia gama de escenarios, que abarcan materiales, procesos de producción y la administración de parenterales. Algunos ejemplos de productos que pueden presentar una pirogenicidad inherente son los adyuvantes de las vacunas y los lipopéptidos sintéticos.
La introducción de pirógenos, como las endotoxinas bacterianas, en el torrente sanguíneo humano puede provocar síntomas como fiebre, inflamación y, potencialmente, un shock séptico. La membrana externa de las bacterias Gram negativas es una fuente importante de endotoxinas, y estas bacterias pueden encontrarse prácticamente en cualquier lugar del medio ambiente. Por ello, es necesario realizar pruebas periódicas para detectar endotoxinas en los productos sanitarios y farmacéuticos de uso parenteral.[1]
Varios métodos de detección de pirógenos incluyen el ensayo RPT (ensayo de pirógenos en conejos), el ensayo MAT (ensayo de activación de monocitos) y el ensayo LAL (lisado de amebocitos de Limulus). El ensayo LAL ha sido ampliamente aceptado por organismos reguladores como la FDA y farmacopeas internacionales.
El ensayo LAL ha sido recomendado por los investigadores como una técnica valiosa para determinar los niveles de endotoxinas y la carga bacteriana en la calidad del agua. El objetivo principal del ensayo LAL es controlar diligentemente la presencia de endotoxinas en el agua utilizada para esterilizar dispositivos médicos reutilizables en procedimientos quirúrgicos. Este análisis tiene la capacidad de detectar incluso las trazas más diminutas de la molécula, alcanzando niveles tan bajos como unos pocos picogramos.[2]
Entre los métodos de LAL, el método del coágulo de gel es el más utilizado. Esta prueba se basa en una reacción de coagulación entre la endotoxina y el lisado para determinar su presencia o ausencia.
Desde su aprobación por la FDA en la década de 1970, la prueba LAL de coágulo de gel ha sido ampliamente adoptada como medio oficial de detección de endotoxinas bacterianas. La base de la prueba LAL es la respuesta de coagulación de un complejo enzimático obtenido a partir de células de cangrejo herradura, cuando se exponen a endotoxinas bacterianas.[3]
De conformidad con la norma ANSI/AAMI ST108:2023, el nivel de endotoxinas del agua crítica utilizada para el reprocesamiento, la esterilización y el aclarado no debe superar los 10 UE/ml. Para cumplir esta norma, es necesario realizar pruebas mensuales.[4]
Entre los diversos métodos de LAL, el enfoque más sencillo es la utilización de los kits de prueba única y multiprueba PYROSTAR™ ES-F en el método de coágulo de gel de LAL, que ofrece sensibilidades que oscilan aproximadamente entre 0,015 y 0,25 UE/mL. Esta herramienta desempeña un papel vital para que los centros de salud, las empresas farmacéuticas y otras industrias puedan confirmar la ausencia de endotoxinas en sus productos y entornos.[5]
Los procedimientos de fabricación de productos sanitarios deben cumplir estrictamente los controles específicos establecidos por la Asociación para el Avance de la Instrumentación Médica (AAMI). La pirogenicidad puede deberse a la posible liberación de sustancias químicas o materiales adicionales por parte de los productos sanitarios, como los materiales para apósitos o las microcápsulas de alginato. Dado que estos dispositivos interactúan directamente con la sangre y la linfa, es crucial confirmar su ausencia de pirógenos. Cuando se trata de la detección de pirógenos, la prueba de LAL es un método comúnmente utilizado.